Si te sientes constantemente triste, ansioso, sin ganas de hacer nada, con pensamientos negativos recurrentes, o has comenzado a consumir sustancias para calmar lo que sientes, es importante hablarlo con alguien de confianza.
Esta sección te ayudará a identificar señales de alerta y a entender que pedir ayuda no es una debilidad, sino un acto de valentía.

Es común que no te sientas comprendido por tu familia. Puedes hablar con un maestro, psicólogo escolar, consejero, padrino o buscar ayuda en línea.
Lo importante es no quedarte callado: hay muchas personas dispuestas a escucharte sin juzgarte.

Sí. Sentir que no encajas o que los demás no te entienden es parte de lo que muchos jóvenes viven. Pero eso no significa que estés solo o que algo esté mal contigo.
Con el tiempo, y con apoyo adecuado, puedes encontrar personas con quienes sí te sientas conectado y libre de ser tú.

Pedir ayuda profesional o acercarte a un grupo de apoyo puede ayudarte mucho. No se trata solo de fuerza de voluntad; las adicciones también tienen una parte emocional y biológica.
Dejar de consumir sin ayuda puede ser muy difícil, pero con el acompañamiento adecuado, es totalmente posible.

Existen grupos de jóvenes en recuperación, comunidades en línea, centros de ayuda y terapeutas que trabajan especialmente con adolescentes.
Lo importante es dar el primer paso: busca un espacio donde te escuchen y te respeten. En esta página puedes encontrar opciones para comenzar.